La verborrea y el populismo tienen un nombre en Venezuela: Henrique Capriles Radonski.
Su partido se denomina Primero Justicia, aunque hubiera sido más eficaz a la hora de captar votos «Primero, pan, trabajo y cultura».
Sin embargo, es sabido que los mentores del abogado caraqueño, hoy gobernador del estado de Miranda, no suelen pasar hambre, precisamente, porque les sobran medios, empresas, bancos y restaurantes.
De ahí que al colectivo del líder opositor (al que deseo una larga vida en el puesto) se le conozca popularmente como La Mafia, en la que retozan al ritmo que marcan los mercaderes de la prensa y la TV privadas, telebasureros del pelaje más variopinto, cuyos dueños suelen pasar largas temporadas en Miami, que es donde en verdad deberían radicar definitivamente.
Visto que las decisiones del más alto organismo jurídico en Venezuela, el Tribunal Supremo de Justicia, entre las que figura el dictamen cuyo texto…
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