Por Benjamin Fulford (20/03/2012):
Naoshi Onodera afirma que él es el emperador legal y legítimo de Japón, y que el emperador Akihito es descendiente de un grupo de pretendientes ilegítimos que fueron puestos como títeres gobernantes por cabalistas extranjeros, los cuales utilizan la estrella satánica como su símbolo. Dice que el emperador actual está utilizando réplicas falsas de los tres antiguos tesoros imperiales para justificar su posición en el trono. Estos objetos preciosos son conocidos como la joya, la espada y el espejo, y se dice que son las piezas más antiguas heredadas en la Tierra. Los reales están en su poder y está dispuesto a que estudiosos y expertos legales verifiquen estas y otras evidencias, dice Onodera. Esta es una afirmación muy importante, ya que está íntimamente relacionada con la puesta en marcha del nuevo sistema financiero, y con la posibilidad de un cambio fundamental de régimen en Japón.
En los últimos años Japón ha sido controlado por un pequeño grupo en torno a Hiroaki Fushimi, un pariente imperial lejano, que ha estado tratando de apoderarse del trono para así tomar el control del sistema financiero japonés. Como parte de esta trama, Fushimi organizó el asesinato del prometido de la princesa Masako, Oku Katsuhiko, con el fin de obligarla a casarse con el príncipe de la corona para que pudiera sustituir a uno de sus propios hijos como niños de Masako, y colocarlo…
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